Descubriendo el amor - [Bra y Goten] Capítulo 2


Capitulo 2
Sueños rotos


Casi no he podido pegar bocado a la comida y eso viniendo de mi es todo un logro. Mi apetito está desbocado, como el de mi padre y mi hermano, y siempre traígo a mi madre por la calle de la amargura con los atracones que me doy. Aun no le ha quedado claro que con mi sangre Saiyan no engordo por más que coma, pero ella insiste "Debes cuidarte o te arrepentirás algún día".

Tengo a Goten más cerca que de costumbre y eso eleva mis nervios, además saber que se va a quedar a dormir no hace mas que aumentar mi histería.
Perdonaré a mamá por su castigo sólo por la idea de que se queden aquí esta noche Goten y su madre.


Estoy recogiendo la mesa y él viene a ayudar "¡que rico!" mientras Chichi está en la cocina con mamá fregando los platos y colocando los cubiertos. Están hablando de que Vegeta y Goku salieron esta mañana temprano a entrenar y que aún no han vuelto.

  • - Estarán peleando como pollos sin cabeza – Decía mi madre negando con la cabeza y los ojos cerrados. - siempre están igual.
  • - Dichosos guerreros... nunca cambiarán.
  • - Tienes suerte de que Goten y Gohan no sean como Goku.
  • - Mi trabajo me ha costado hacer de Gohan un valeroso estudiante ejecutivo, siempre lo tuve muy difícil con todos los guerreros cerca...- Suspiró. - La de veces que se escapaba por la ventana de su cuarto para ir a entrenar con Piccolo.


Recorde que había pensado la posibilidad de que mi padre me entrenara para controlar mi fuerza.

  • - Mamá – Dije al entrar en la cocina doblando el mantel. - Quiero que papá me entrene.
  • - ¿Qué? - Gritó horrorizada.- Tu eres una señorita, Bra.
  • - Quiero aprender a controlar mi fuerza, mamá. - Me crucé de brazos al estilo de mi padre. - No necesito que nadie luche por mi, me se valer por mi sola.
  • - Digna hija de su padre. - Dijo Chichi a mi madre. - No te envidio, Bulma.
  • - Basta Bra, no vas a ser una guerrera como tu padre. Además él es demasiado fuerte para una niña como tu.
  • - No podrás impedir que saque mis instintos, mamá. Además, papá seguro que estará encantado de ayudarme.
  • - Muy bien. - Se cruzó de brazos. - Pero ahora tu padre no está y estás castigada así que a tu cuarto ahora mismo a estudiar.

Goten entró por la puerta de la cocina sonriendo como de costumbre.

  • Puedo entrenarte yo si Bulma me deja. - Y sonreí de oreja a oreja imaginando miles de posibilidades en mi cabeza.
  • ¡¡¡Mamá!!! - Grité mas alto de lo necesario. - ¿Has oído? Por fi di que si.
  • - Estás castigada.
  • - Por fi...
  • - Goten... ¿Porqué me lo pones tan difícil?
  • - Lo siento Bulma, no era mi intención...

Pero mamá aceptó y fui a cambiarme de ropa.


Me puse un top negro y unos pantalones cortos de licra. Me hice una coleta alta y bajé hasta la cámara de gravedad de papá. Mamá nos miró por la ventana de la cocina.

  • - Salid de ahí porque como tu padre vea que habéis estado ahí dentro se va a enfadar de verdad.
  • - Mamá no vamos a tocar nada.
  • - Bra, no se yo si es buena idea estar aquí dentro. - Entró Goten mirando alrededor de la estancia. - La última vez que estuve aquí con Trunks éramos niños y Vegeta casi nos mata.
  • - Bah, las cosas han cambiado mucho... papá no es tan horrible como lo pintáis.
  • - Contigo es distinto, Bra, pero tu no has visto a tu padre dar miedo de verdad.

Empezamos con unos entrenamientos básicos para calentar un poco. Pequeños saltos, sentadillas, estiramientos...me enseñó, mas bien intentó, como canalizar mi KI en mis puños y como debía ponerme para dar o esquivar.

No podía estar tan atenta como debía, ya que tener a Goten enseñándome me desconcentraba un poco. ¡Que guapo era!.

Apenas llevábamos una hora cuando mi hermano Trunks apareció en la cámara y se lo llevó de allí con una excusa que no entendí muy bien. Pero me quedé con algo que me defraudó. "Las chicas nos están esperando".

Pese a las disculpas que me había dado Goten y las promesas de entrenar al día siguiente yo estaba dolida. Entré en casa con la cabeza agachada y me dirigí a mi habitación sin mediar palabra. Mi madre que estaba con Chichi en el salón me llamó:

  • - ¿Qué te ocurre, hija?
  • - Nada mamá.
  • - ¿Habéis visto a tu hermano? Os estaba buscando.
  • - Sí, y Goten se fue con él.
  • - Ya veo...

Me fui a mi habitación donde me cambié de ropa, me puse el pijama y me senté en mi escritorio a estudiar.


Apenas había retenido nada de lo que había leído porque sólo era capaz de pensar en Goten. Es cierto que me gustaban varios chicos, "¿acaso era la única a la que podían gustarle varios a la vez?", pero siempre tuve cierta inclinación por Goten. "Es el amor de mi vida", pensé.

Escuché como una nave aterrizaba en la puerta y desde mi ventana vi que salían Trunks y Goten de ella. Solos. Genial.

Se había pasado la tarde volando y ya era bastante tarde.

No quise cenar aquella noche y me metí en la cama. Cuando escuché que mi hermano y su amigo subían y se metían cada uno en su habitación, esperé un rato. A hurtadillas fui hasta la habitación donde dormía Goten y me metí en ella. Estaba placidamente dormido. "Hasta dormido era mono". Levanté con cuidado un poco de la manta y me metí dentro de ella, acurrucándome en la cama y pegándome un poco a su cuerpo.

Cuando sentí que se movía me hice la dormida, pero él no se percató de mi presencia. Lo observé dormir durante un rato y puse la mano en su pecho, que subía y bajaba con su respiración. Estaba tan tranquilo...
Me dormí escuchando concentrada sus latidos, con mi cabeza cerca de su corazón.

Cuando me desperté estaba sola, Goten no estaba, así que esperé un poco por si había ido al baño, pero no fue así. Me levanté de la cama y empecé a buscarle. Bajé al salón y estaba dormido en el sofá, tapado con la manta de la abuela como si fuese un niño pequeño.

Me acerqué a él y le di en el hombro.

  • - Goten...
  • - hmmmmmm
  • - Eh, Goten
  • - ¿Bra?
  • - ¿Por qué te has ido de la cama?
  • - No quería despertarte pero, ¿Qué hacías ahí? - Se incorporó.
  • - Tuve una pesadilla. - Mentí para salir del paso. - ¿Te molesto?
  • - En absoluto, ven aquí.

Se sentó en el sofá y me dejó sitio para que hiciera lo mismo.
  • - Goten...
  • - ¿Sí?
  • - Tu... ¿Qué opinas de mi?
  • - ¿Cómo?
  • - Quiero decir.. - Jugué con mis manos. - ¿Qué piensas de mi como persona?
  • - Eres muy buena chica. Dulce, amable, guapa...
  • - ¿Sí? - Pregunté ilusionada.
  • - Aunque tienes un pronto como tu padre, que fusionado con el de tu madre a veces da un poco de miedo.
  • - ¿Te doy miedo?
  • - No – Se rió- Eso no.
  • - ¿Entonces? - Me lancé. - Goten, ¿Tu me quieres?
  • - Claro que te quiero, te conozco desde que naciste.
  • - Sí... claro
  • - Eres la hermana pequeña que nunca he tenido.

Y ahí mi burbuja de cristal se rompió en mil pedazos con una sola frase "eres la hermana pequeña que nunca he tenido". Eso era para él... una hermana.

Comentarios