Descubriendo el amor - [Bra y Goten] Capítulo 5


Capitulo 5
Mi plan


Intenté lo siguiente en la escala de la seducción. Los celos. Pero esto me salió peor parado y a continuación os contaré por qué. Aunque quien conozca a mi padre lo deducirá rápido.

Estabamos al lado de la piscina cuando uno de los amigos de mi hermano y Goten pasó por mi lado y muy coqueta yo, me presenté y le di dos besos. Enseguida entablé conversación y me insinué discretamente, sin mucho éxito. Así que pasé al plan B. Mis compañeros de clase y los que sabía que no me iban a dejar plantada.

  • - Hola, Jake.
  • - Bra... que guapa estás.
  • - ¿Sí o qué? - Respondí picarona mientras le pasaba la mano por el hombro y miraba de reojo a Goten. - ¿Te estás divirtiendo?
  • - Desde luego que sí. - Y agarró mi cintura con su mano mientras se pegaba mas a mi. - ¿bailas conmigo?
  • - Claro. - Acepté. Dejé mi copa en la mesita que había cerca y me fui con él al centro del jardín donde había más espacio.


Colocó sus manos en mi cintura mientras me miraba fijamente a los ojos y sonreía meloso para mi. Yo con mis manos en su cuello me pegué a él tanto que casi nos fusionamos. A estas alturas de la película debería tener los ojos de Goten clavados en mi pero, no fue así. Me pegué más a él. La música cambió a otra más animada y de las que se solían bailar pegados y rozándose unos con otros. Cosa que no terminaba de convencerme pero todo fuera por conseguir la atención de Goten.

Subí al siguiente nivel. Intenté provocar a Jake con palabras un tanto ..."provocativas" en el oído. Por este camino él me había agarrado el culo y me estaba metiendo mano. "¡Lo que había que hacer por amor!". Pero nada, el saiyan seguía sin reaccionar.

Sin embargo quién si reaccionó fue mi padre, cuando al cabo de unos minutos cuando nos habían hecho un corrillo y nos observaba toda la fiesta bailar, empecé a oír murmullos y al mirar vi a mi padre acercarse con su cara habitual, la de pocos amigos, con los puños cerrados y con la vena de la frente a punto de estallar.

  • - Pero ...¿Cómo te atreves a tocar a mi hija así? - Lo agarró del cuello montando el número. - ¿Quieres morir?
  • - Vegeta, por favor, bájale que estás dejando a la niña en evidencia.
  • - A quien voy a dejar es a este insecto pero sin manos, así no se le irán más.
  • - ¡Papá por favor! - Supliqué para que dejara de montar la escena y acabase con el ridículo que estaba sintiendo.
  • - Pero si a sido ella... - Se defendió Jake. - Ella quería... yo sólo...
  • - ¿Insinúas que mi hija es una descarada?
  • - Papá, tengamos la fiesta en paz.

Mi padre lo soltó, pero a estas alturas toda la fiesta estaba murmurando sobre la escena protectora que estaba montando mi padre. Y Goten seguía pasando de mi culo. No conseguía que se diera por aludido. Está bien, pasemos al siguiente punto. La protección.

Hice como que bebía más de la cuenta para aparentar una borrachera y que así Goten, como buen caballero que es, se apenara de mi y me llevase en sus brazos hasta la cama cual caballero de armadura dorada.

Comencé una ronda de vinos, el cual como no me gustaba los iba tirando de forma disimulada a los setos o al césped del jardín. En voz alta decía, "iré por otra", mientras conseguía llamar la atención de Goten y le guiñaba un ojo.

Cabe decir que desde lo de Jake mi padre estaba encerrado en la cámara de gravedad intentando controlar su ira y sus manos por petición de mi madre. Petición que aún no entiendo como aceptó... ella sabrá sus tácticas. Durante la noche la gente empezó a desaparecer entre escena y escena.

Siguiente ronda, unos gin tonic que eso si que me gustó pero que por mi propio bien no me bebí más de dos de verdad, el resto los tiré donde veía posible. Y cuando ya se suponía que debía de estar borracha, que en realidad sólo estaba un poco achispada, fui hasta Goten. Enrrollé la lengua como si fuera de trapo y empecé a hablar de una forma muy curiosa y de la que no sabía que era capaz.

Igual si que me había afectado un poco el alcohol.

  • - Goten... estás muy guapo.
  • - Tu también Bra. - Y se me encogió el pecho. - ¿Estás bien?
  • - Creo que he bebido un poco... estoy ... mareada.
  • - ¿Quieres que te lleve dentro de la casa?
  • - No... aún hay gente. Ire a ver a los chicos que me estaban llamando antes. - Mentiraaaa. Pero tenía que intentar atraer su atención.

En lugar de ir hasta mis amigos como le había dicho a Goten fui hasta su madre, que hablaba con la mía mientras se reían, y con ellas dos hablé normal. O lo que yo pensaba que lo era.

  • - ¿Bra has bebido? - Preguntó mi madre cuando le pregunté a Chichi si se iban a quedar en casa esta noche.
  • - Aún no lo sé. - Respondió esta, haciendo que mi madre saltase como yo previne.
  • - Chichi, quedaros aquí que hay sitio de sobra, además las habitaciones están preparadas y es tarde y mañana podríamos hacer una barbacoa.
  • - Si me lo pintas así... - Suspiró la morena. - Supongo que haré bien ya que mañana estaré sola porque seguro que Goku decide irse a entrenar otra vez.

¡Bien! Conseguido. Un punto más al equipo de las peliazules. Ahora quedaba el paso final de mi plan. Conseguir que todos se fueran y que la familia Son entrase en casa e irnos a dormir. Conociendo a mi madre querría una reunión íntima dentro antes de que todos se fueran, así que tendría que hacer un poco de tiempo para llevarme a Goten donde quería.



Fui a buscar a papá hasta su santuario y cuando entré estaba entrenando ¡Este hombre no descansaba ni en festivos!.

  • - ¿Te ha tocado alguien más?
  • - Em... no no papá... es que empiezo a estar cansada de la fiesta después de tantas horas.
  • - Lo que sigo sin entender es como tu y tu madre sois tan amigas de estas estúpidas fiestas.
  • - Los Son se quedarán aquí esta noche, así mañana hacemos una barbacoa y tu puedes divertirte con Goku.

Se le iluminaron los ojos. Disfrutaba como un niño haciendo eso con su amigo enemigo.

  • - ¿A qué has venido? ¿Quieres entrenar?
  • - Ahora no papá. Ahora tengo ganas de acostarme.
  • - ¿Qué te lo impide?
  • - La gente.


No hizo falta más. Al cabo de unos minutos una descarga de energía se había cargado todo el cuadro de luces del jardín y los equipos de música, por lo tanto, muy desgraciadamente, la gente se tuvo que ir.


Volví con Goten y seguí hablando como lo había estado haciendo, semi borracha. Le pedí que me acompañara a mi habitación que estaba mareada y este accedió.
Una vez en mi cuarto me colgué de su cuello y cuando llegamos a mi cama me tiré hacia atrás en ella mientras intentaba tirar de Goten hacía mi, el cual se reía sin parar por la situación.

  • - Venga Bra, necesitas dormir un poco, mañana te encontrarás mejor. - Y me subió las piernas en la cama y me quitó los zapatos.
  • - ¿Te quedas conmigo? No quiero dormir sola... - hice un mohín.
  • - Venga Bra, enseguida te quedarás dormida, ya verás.

Y nada, no había manera de arrastrarlo hasta mi cama ni colgada en su cuello. De hecho intenté quitarme la ropa varias veces pero él seguía con su intento de taparme. Que rico y que estresante.

Se marchó, me senté en la cama cuanto cerró la puerta y fui a cambiarme de ropa y a ponerme un camisón corto blanco.

Me metí en la cama con el móvil hasta que al cabo de un gran rato escuché como subía por las escaleras y se metía en su habitación, la de al lado mía. Esperé agazapada en la cama hasta que pasados unos minutos que se me hicieron eternos dejé de escuchar ruidos y fui hasta su habitación. Me metí en ella despacio, entornando la puerta del cuarto, y me acerqué cautelosa hasta su cama. Allí lo observé dormir durante un buen rato hasta que comprobé que estaba profundamente dormido.

Levanté un poco la tapa y me metí entre las sábanas, me pegué a él y puse mi cabeza en su pecho mientras miraba hacía arriba.


No pude soprtarlo más, y incitada por el poco alcohol que había en mi cuerpo me lancé a ese plan que llevaba elaborando días. Acerqué mi boca despacio hasta la suya y antes de posar mis labios en los suyos escuché un ruido del que no hice caso, pues estaba entusiasmada con mi gran hazaña. ¡Por fin me había metido entre sus brazos y ahora si iba a dormir con él, y podría besarle!. Le besé. Poco a poco fui acariciando sus labios con mi boca, rozaba con mi lengua sus labios mientras goten entreabría la boca y yo me metía de lleno en ella despacio, cautelosa, con dudas... pero un ruido en la habitación y un gran estruendo hizo que Goten abriera de golpe los ojos y que me empujase de la cama casi sin darme tiempo a reaccionar, mirando a todos lados totalmente desorientado


¡No podía ser verdad!

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