Solos en la oscuridad - Capitulo 1 [Itachi y Konan]


Capitulo 1
Oscuridad



Todo cuanto veo es oscuridad. Fría, silenciosa, rodeada de malos olores de muerte que me traen recuerdos lejanos. El rancio olor de la lucha, la pelea, la batalla por la supervivencia del más apto. Miro a un lado y a otro pero no veo nada. Todo está oscuro, creo que... mis ojos han perdido la poca luz que tenían y la oscuridad absoluta se cierne sobre mi. Pero... un momento... Debería estar muerto.

Debería haber perecido ya a manos de mi hermano. Debería... bueno, deberían haber pasado tantas cosas que aún a día de hoy me hago mis propias preguntas sin respuestas.

¿Por qué sigo con vida? Mi cuerpo no responde a las órdenes de mi cabeza, no puedo mover un músculo y todo el dolor de mis huesos me tiene petrificado en el suelo.

¿Dónde estoy? Escucho en la lejanía un goteo tintineante que no deja de repetirse cada pocos minutos. El viento se cuela por algún agujero y chilla como un gato recién nacido y un crío pequeño. El ambiente está helado...¿o soy yo que estoy muerto?. No. Aún estoy vivo aunque mi cuerpo no me responda.

Intento levantarme pero el más mínimo esfuerzo hace que caiga en un sopor profundo y poco a poco mi consciencia se apaga.



Siento unas manos y un cálido calor sobre mi cuerpo. Una voz en la lejanía repite mi nombre "¿Itachi?... despierta, reacciona, vamos abre los ojos..." pero soy incapaz de reaccionar. El fuego me recorre cada centímetro de mi cuerpo, puedo notar el calor abriéndose paso con el frío en una lucha interna por ver quién ganará y quien me cogerá antes.

Abro los ojos.

"Sasuke", llamo a mi hermano como último ser con vida que quiero sentir cerca. Él único capaz de hacerme levantar cada mañana y seguir aferrándome a una razón para vivir cada día y no dejarme abandonar por la maldita enfermedad. "No veo" digo casi en un susurro y para mi, siendo consciente otra vez de que mi visión ha llegado al fin de verdad.

La dueña de las manos que me sostienen me es familiar. Una voz dulce, angelical, cálida... konan. Le pregunto por mi hermano sin saber por qué y ella me responde confundida, lo puedo notar en su voz. ¿Qué hará aquí? ¿Dónde estoy yo?, aún no recuerdo nada.

Una presión en mi pecho me hace agarrarme con las pocas fuerzas que tengo y empiezo a toser, notando el dolor de mi cuerpo extenderse aún más y crecer dentro de mi.

  • - Creí que estabas muerto, Itachi.
  • - Yo también lo creía... no se que hago aquí. - Muevo la cabeza negando mi propia existencia. Esto no debería estar pasando así, yo debería haber muerto a manos de Sasuke.
  • - Itachi ¿qué ocurre? - Me encantaría saberlo, Konan, pero no tengo la más mínima idea. Esta vez mis planes se me han ido de las manos con algunos contratiempos.
  • - ¿Dónde está Madara? - Pregunto incorporándome con las pocas fuerzas que tengo ahora.
  • - ¿Como sabes...? - Claro, yo no debería saber quién es Tobi en realidad... Mierda, todo se está desmoronando, nada está saliendo como debería.
  • - Eso no importa, ¿Y Pain? - Es extraño que ella no esté a su lado, son uña y carne, siempre van juntos a todas partes que vaya uno y otro.
  • - Él... a muerto. - Se le quiebra la voz por completo y la sorpresa recorre mi cara.
  • - ¿Qué? - No puede ser... Pain era de los ninjas más poderosos que he visto, ¿quién a podido acabar con él?
  • - Se sacrificó por Konoha... aunque eso – le tiembla la voz y está dubitativa- quizás sea algo que jamás le puedas perdonar.

No puedo evitar clavar mis ojos en su cara pese a no poder ver. Sin duda esto es una vuelta de tuerca que no me esperaba... ¿Pain sacrificándose por Konoha? ¿Por qué? ¿Y ella qué hará? ¿Será fiel a sus ideales y los planes primarios que tenía Akatsuki? ¿O por el contrario seguirá los pasos de su saladino y ayudará a la aldea oculta de la hoja?.

Un silencio aprensivo inunda la estancia y el silencio deja paso a mas dudas e incomodidad. ¿Podría confiar en ella? no. No puedo confiar en nadie. Ser un ninja implica no poder confiar en nada ni nadie y desconfiar de todo lo que me rodea. Los aliados de hoy pueden ser los enemigos de mañana.

  • ¿Dónde está Madara? - Repito esperando desviar este incómodo momento y poder dar con el paradero de ese lunático.
  • - Tras morir tú dijo que tenía asuntos que resolver. - Sasuke... como lo pensaba irá por él.
  • - Irá por mi hermano.
  • - ¿Y qué? Así no podrá ir a por ti nuevamente.
  • - No puedo permitir que ponga un dedo encima a Sasuke. - Me intento levantar otra vez pero vuelvo a caer. - Necesito unos nuevos ojos, algo que me permita enfrentarme a él.
  • - ¿Qué estás diciendo?
  • - Necesito un favor, Konan... - Cojo su mano y siento como se pone en alerta, tensa, desconcertada. - Necesito que me consigas unos ojos. Madara es la persona que más ojos del Clan Uchiha tiene.
  • - Itachi... - Me soltó la mano y puso sus palmas sobre mi pecho, intentando tumbarme más en el suelo. - ¿Qué estás diciendo? Necesitas descansar, creo que estás en shock y ...
  • - La noche que maté a mi clan, él estaba conmigo. - Solté intentando retener su atención, antes de que me tomara por un loco.
  • - ¿Qué? Itachi... no sé que está pasando, pero yo ahora tengo cosas que hacer, tengo planes que llevar, necesito mi espacio, tu no.. - Puedo oír como traga saliva nerviosa. Como se pone en pie y camina de un lado a otro. - no estás bien. Estás tocado emocionalmente, has tenido una pelea a muerte con tu propio hermano y no creo que sepas lo que estás diciendo.

El pecho otra vez me aprieta, la frente me arde, el cuerpo me pesa y no puedo moverme ni lo poco que podía hace apenas unos minutos. Cierro los ojos, cojo aire con dificultad y centro mis sentidos en ella. En oírla y en sentir su presencia merodeando por ahí. No sé donde estoy, cómo he llegado hasta aquí y me duele todo el cuerpo. Estoy indefenso y en mi estado hasta un niño pequeño podría matarme, soy un blanco fácil. Necesito protección, un plan y acabar con Madara antes de que lleve a cabo sus planes con Sasuke y Konoha. Y sobretodo y lo más importante ahora... necesito unos ojos que me permitan reponerme lo antes posible o mi enfermedad avanzará aún mas.

  • - Konan... - Pido frágil. - ¿Dónde estamos?
  • - Es una de las guaridas cercanas al templo Uchiha, cerca de donde peleaste con tu hermano según me contó Zetsu.
  • - Eso explica que acabase aquí, aúnque no entiendo muy bien como llegué hasta aquí. Parte de mi memoria se ha borrado.
  • - Pudo traerte las mismas explosiones de la batalla.
  • - Puede ser. - Pero no termino de creerlo. - Konan... ¿Qué harás ahora? - Mantiene el silencio, propio en ella. - ¿Vas a delatarme?
  • - ¿Debería hacerlo?
  • - ¿Seguirás los pasos de Pain o por el contrario seguirás con los planes de Akatsuki y Madara?
  • - ¿En qué nos convierte esta situación, Itachi? - Esquiva mis preguntas habilmente, lanzando otra pregunta hacía mi. - ¿Aliados, compañeros o enemigos?
  • - No puedo confiar en ti, eres una kunoichi, leal a Pain, ambos sabemos.

El silencio otra vez es testigo de los dos.

  • - Itachi...Creo que deberíamos irnos de aquí. - Me sorprende nuevamente con sus palabras.
  • - ¿A dónde?
  • - A cualquier lugar donde no nos puedan encontrar. Tu eres una vícitima fácil y yo y Pain somos unos traidores de Akatsuki.
  • - No puedo moverme.
  • - Yo te ayudaré. - Sigo sin fiarme de ella. - Algo en ti me hace pensar que eres más de lo que aparentas, que no eres lo que muestras y que puedo y debo seguir en tu camino.
  • - ¿Creés que puedes confiar en mi?
  • - Me guío por una cosa que es evidente. - Se acerca a mi y toca mi cara... me viene su olor y un escalofrío recorre mi cuerpo. - Ambos tenemos un enemigo común y ese es Madara.

Trago saliva mientras intento ponerme en pie con todo mi cuerpo dolorido. No creo que lleguemos muy lejos pero en algo tiene razón; debemos salir de aquí. No saber como llegué hasta aquí me hace desconfiar y se que si no me muevo la oportunidad de ayudar a mi hermano se perderá. Debo ser fuerte y echar valor como tantas veces tuve que hacerlo, debo hacerlo por él, nuevamente, una vez más... por Sasuke, para que no se someta donde yo he vivido y vivo. En la oscuridad.

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