Descubriendo el amor - [Bra y Goten] Capítulo 6


Capitulo 6
No permitas que se pierda esta ilusión

El golpe que me llevé no hizo justicia al dolor que sentía por haberse roto mi momento deseado. Goten miraba a todos lados intentando atinar sobre lo que estaba pasando. Yo sin embargo estaba en el suelo donde me había caído de culo y no sabía si levantarme y que me vieran o salir reptando como una gata que ha hecho algo indebido.

Pero no podía escapar aunque lo quisiera, porque la silueta de alguien en la puerta se reflejaba con la escasa luz de la luna que entraba por la ventana, y cuando subí la vista hasta esa persona no sabía que hacer.

  • - ¿Pero qué está pasando aquí? - El grito de mi padre hizo retumbar toda la habitación. - Como te atreves... a tocar... a... mi... hija...
El pelo de mi padre se tornaba rubio y todo a su alrededor temblaba.

  • - ¡¡¡Tú...!!! - Apuntó con el dedo acusador a Goten. - ¿Así es como agradeces quedarte en mi casa?
  • - Señor Vegeta... yo no...- Goten no paraba de negar con la cabeza, sin saber aún donde estaba. - No sé que ha pasado. Yo estaba y ella estaba...
  • - ¡¡¡Bra!!! - Me llamó cuando intentaba escabullirme a gatas por la puerta. - Explica esto. YA.
  • - Yo... - Intenté pensar algo rápido. - tuve una pesadilla y no me podía dormir y me sentía mal porque he bebido y bueno...
  • - No quiero verte cerca de mi hija, payaso. - Se volvió a dirigir al pobre chico. - Eres igual que Kakarotto, un quebradero de cabeza.


Estaba entre la espada y la pared. O ir con el hombre de mi vida, mi padre, o ir hacía el amor de mi vida, Goten. Y ninguna de las dos me proporcionaba salir victoriosa de la situación.

Pero vamos a ver... me he metido en su cama, me he insinuado, lo he cogido del brazo, lo he besado... ¿Por qué este estúpido niño no se entera de que quiero pasar el resto de mis días con él?. Estaba muy frustrada, disgustada y asustada.

Mi padre me cogió del brazo, salió por la puerta tirando de mi y dio un portazo que retumbó toda la pared.

El chico de ojos oscuros se quedó sentado en la cama observando aún sin saber de donde le venía el aire... en eso mi padre tenía razón. Goten era como Goku.


Los gruñidos de mi padre me acompañaron todo el camino, entre varios murmullos que no sabía descifrar. Llegamos al salón donde estaban todos los demás y llamó a mi madre.

  • Bulma, tenemos que hablar de tu hija. - Mi padre no estaba enfadado, estaba lo siguiente.
  • ¿Qué ocurre? - Mi madre se disculpó con Chichi y los demás y vino hasta la cocina, donde mi padre seguía hiperventilando.
  • - Tu hija. - Ahora si me soltó para coger los puños y apretarlos. - que estaba con un chico en la habitación.
  • - ¡Bra! - Sonrío.
  • - ¡¿Le sonries?!
  • - Vegeta, nuestra hija es toda una adolescente, a su edad es normal que tonteé con chicos.
  • - Pero es que este chico no es de su edad.
  • - ¿Y qué más da la edad? - Se giró hacía él. - Tu y yo no tenemos la misma.
  • - Es diferente, mujer. - Carraspeó. - Ella es una niña aún.
  • - No, Vegeta. Tu hija ya es adulta.
  • - ¡¡Estaba con el hijo del idiota de Kakarotto!!
  • - Así que al fin te lanzaste... - Me guiñó un ojo.
  • - Ah... ¡¡¡Qué tu lo sabías!!! - Mi padre empezaba a andar de un lado a otro por la habitación, cogiéndose la cabeza con las manos como si le acabasen de decir que el mundo se acababa.
  • - Sospechaba el mal de amores de mi niña.
  • - ¿Podéis dejar de hablar como si yo no estuviese aquí? - Mi cara estaba roja como un tomate. - Papá no ha pasado nada, sólo fue un beso.
  • - Lo mataré.
  • - ¡Papá!
  • - ¡Vegeta! No te entrometas en los asuntos de Bra.
  • - ¿Pero quieres reaccionar? - Aquí mi padre me preocupaba seriamente. La vena de su frente estaba a punto de reventar. - ¡Van a violar a tu propia hija en su propia casa y tu me pides que no me meta en sus cosas!
  • - Por dios Vegeta, que antiguo eres. Sólo ha sido un beso, ya has oído a Bra.
  • - Y robado... - Susurré yo a punto de echarme a llorar por el espectáculo que estaba montando.

Los dos dejaron de discutir y se giraron hacía a mi, quedándose un momento en silencio mientras mi madre se acercaba despacio, me cogía la mano y pedía a mi padre que se fuera. Cosa que no hizo.

  • - Bra, aún eres una niña. No puedes pensar en esas cosas. - Mi padre seguía con lo suyo.
  • - Bra – dijo mi madre – el amor es muy difícil y los hombres... - miró a mi padre mientras este quitaba la vista de ella – más aún.
  • - Pero mamá... no se entera de nada..
  • - Como su padre.
  • - ¡Vegeta! - le regañó. - A veces parece algo que no es real. Quizás si se de cuenta pero no pueda reaccionar. No sería la primera vez que veo a un hombre hacerse el tonto en temas del amor.
  • - Hummm
  • - Vegeta, apoya a tu hija.
  • - No participaré en esa estúpida historia de críos.
  • - Eres incorregible.


Me abracé a mi madre mientras intentaba aguantar las lágrimas. Aquella noche me tumbé en mi habitación escuchando una canción que una de mis amigas no paraba de tararear:

Te acercaste y me dijiste por favor que te acompañase
Mientras íbamos hablando
Más me iba enamorando de tus ojos que brillaban
Aquella noche de luna clara
Tus palabras al despedirnos me partieron en dos el alma
Me Tienes Que Olvidar
Aún eres una niña, entiéndeme
No quiero hacerte daño
Porque sé que te estas enamorando de mi.

Decía la canción mientras yo me veía reflejada en ella.

Cierto, lo que yo siento es amor
No permitas que se pierda esta ilusión.
La edad qué importa cuando el corazón
Te lo roban como tú lo has hecho, amor
Tengo que decirte que no puedo
Salir contigo
Y tú sabes que estoy en lo cierto
Para ti es demasiado pronto
No deberías jugar con fuego
¿por qué tienes tantas dudas
Si yo no tengo ningún miedo
A que tus labios me besen?
Eso sería para mi un sueño
Abrazarnos fuertemente
Y repetirnos mil veces te quiero.


Y al final me quedé dormida mientras me pareció ver a mi padre en la puerta de mi habitación a través de la rendija que había.


Al día siguiente todos estaban en el salón desayunando cuando yo bajé. Se hizo el silencio y me sentí más incómoda que nunca en mi propia casa.


Goten me miraba de reojo, Trunks le seguía con la vista y no hacía más que preguntar a su amigo qué ocurría y Chichi no paraba de suspirar. Goku y mi padre no estaban. A esas horas ya estarían liándose a tortas en la cámara de gravedad.

  • - Bra – Me llamó Goten. - ¿Podemos hablar? 

Se me terminó de indigestar el desayuno que aún no había empezado a comer. Asentí con la cabeza y me levanté, fui hasta la cocina y el vino detrás.


  • - ¿Por qué anoche te metiste en mi cama? 
  • - Porque...- Lo solté sin más. - Estoy enamorada de ti, Goten. 
  • - Pero Bra eres... 
  • - Sí, lo sé. Soy una niña para ti. - Me adelanté. 
  • - No. - Me calló. - Eres la hermana de mi mejor amigo y te he visto nacer. 
  • - Pero yo... 
  • - Yo también te quiero. Y mucho. Mataría por ti. 
  • - ¿Pero? 
  • - No creo que a tus padres esto le siente bien. - Se acercó hasta mi oído. - Mira Vegeta... 
  • - Pero mi padre estará así con todo humano que se me acerque, sin embargo si es un guerrero... 
  • - Tu padre me mataría.- Se echó a reír mientras se le caía una gota de sudor por la frente. 
  • - ¿Entonces...tú...? 
  • - Eres muy guapa, Bra. Inteligente. Cariñosa. Avispada. Interesante. Guerrera. - Yo me estaba poniendo entre nerviosa y ancha del gusto de oírlo hablar. - Tienes todos los ingredientes del plato que atrae a un guerrero como yo. - Se puso la mano en la barbilla. - En parte entiendo a Vegeta y a mi padre. 

Y hablando de los reyes de roma...




Comentarios