Epilogo
Hace
rato que me desperté, con ella sobre mi durmiendo plácidamente. Por
mas que la observo me pregunto como he podido llegar a sentir algo
así por alguien, como he podido permitírmelo.
Le
acaricio el pelo mientras expresa en su cara alegría, satisfacción
y paz. Al contrario que la otra vez no reconozco ningún
remordimiento.
Cierro
los ojos oliendo su pelo y me siento en paz, tranquilo, calmado... me
siento querido, algo que no merezco y se siente tan bien...
Ahora
puedo aferrarme a ella, hacerla feliz lo poco que pueda y sin
necesidad de explicar nada. No puedo contarle que me estoy muriendo,
que todo lo que hice fue para proteger a mi aldea, a mi hermano...
que por ello cargo con el peso de la muerte de los míos.
Huí
como un criminal, a sabiendas que realmente lo era... ¿el fin
justifica los medios? Danzó lo vería así... Cumplí la promesa a
Shisui. Protegí la aldea y mantuve el honor de los Uchiha.... Ahora
una enfermedad se está adueñando de mi vida, y sólo puedo engañar
a la muerte con medicamentos y durante poco tiempo.
Quizás
el destino o el Karma me esté dando lo que yo mismo me he buscado,
sea por un bien mayor o no.
Tendré
que enfrentarme a mi hermano, como si quisiera matarlo, haciendo que
me siga despreciando, atemorizado, cuando lo único que quiero hacer
es protegerle y entrenarle, llevarle por el buen camino y librarle de
la maldad de algunos como Orochimaru.
Cargo
mucho conmigo, pequeño Ángel, mucho mas de lo que imaginas. Sólo
tu me concedes la paz que necesito y mientras estés conmigo podré
disfrutar algo de la vida, al menos lo poco que me queda. Cuando todo
esto pase no tendrás que seguir cargando remordimientos sobre lo que
hicimos, pues yo ya no estaré. Gracias por estos momentos a tu lado
y los que espero que vengan. Gracias, mi ángel, gracias Konan.
Lo único
que te dejaré será la flor del deseo, esa flor de origami que
dejaste en mi cama, con una nota de despedida dándote las gracias.
Te beso
el cuello, te acaricio la cara y te remueves en mis brazos, donde una
gran ternura y añoranza se apoderan de mi.
Siempre
recordaré esto, allá donde vaya.
Comentarios
Publicar un comentario